Si los datos del paro registrado de abril han sido los mejores en varios años (64.000 parados menos), la opinión de los líderes sindicales es que la reforma laboral no funciona.
¡A eso se llama mantener una opinión coherente!
(Sobre la necesidad de una reforma laboral quizá mucho más amplia que la aprobada, que incluya una transformación profunda de la negociación colectiva, mucho más allá de lo que la burocracia sindical probablemente estaría dispuesta a apoyar, pues en ello se juega su propia razón de ser, v. “El problema del paro”)
De todas formas, es una opinión consensuada entre los expertos que para que el paro empiece a decrecer de manera consistente, y no solamente coyuntural, es necesario que la economía crezca también de forma consistente. La reforma laboral es una condición necesaria, pero no suficiente, y esto deberían saberlo también los líderes sindicales.
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